Pienso que los psicólogos dedicados a la selección, son demasiado estrictos con los postulantes a un puesto de trabajo. Por esto, la gente les tiene terror. Hay personas que incluso, se abstienen de postular a trabajos donde deben entrevistarse con un psicólogo.
Creo que los procesos de selección deberían flexibilizarse y dar mayores oportunidades a la gente. Vivimos en un país (Chile) donde cuesta mucho progresar, de ahí los altos índices de depresión y de ansiedad que hay en la población. La gente tiene una percepción del bienestar como algo inalcanzable.
Los psicólogos sienten miedo a equivocarse en la elección de una persona y ante esto, lo rechazan. Ni siquiera el profesional que está seleccionando, tiene el puesto de trabajo asegurado, nadie lo tiene. Esta fragilidad de los puestos de trabajo, nos tiene estresados a todos. No puede ser que el psicólogo rechace a un postulante, por temor a perder su trabajo.
Seleccionar a una persona para un puesto de trabajo, es apostar por un futuro saludable para el postulante y para el empleador. Hay que jugarse por la gente y aceptarla cuando no existen motivos de peso que la hagan incompatible con el cargo. Los motivos de peso pueden ser trastornos mentales o rasgos de verdad, contrarios a los que se necesita. Sólo en estos casos y sólo en estos casos, hay que descartar a una persona.
