Sólo con revisar los Artefactos Visuales y leer el poema El Hombre de Nicanor Parra, ha cambiado mi forma de percibir la realidad. Leer o "mirar" a Parra, nos enseña que el mundo no es siempre lo que creemos y que muchas veces nos sentimos atados por cosas insignificantes. La poesía de Parra dice: ATREVANSE. No se encasillen en esquemas y protocolos y permitan que el lenguaje se despliegue en toda su extensión. A estas alturas, la poesía da para todo y esto incluye al humor, al desenfado y la literalidad.
Con Sartre aprendimos que la fealdad también es poesía y ahora con Parra agregamos más condimentos al mundo de las ideas. La poesía no puede ser unívoca y apuntar sólo al concepto clásico de Belleza. Esto demuestra que el lenguaje evoluciona y posee una estructura plástica; Blake, Withman, Poe, Sartre, Huidobro, Parra. Todas formas dispares pero legítimas y verdaderas. El lenguaje fluye como un líquido y se reinventa con cada escritor.
Una pequeña inmersión en el mundo de Nicanor Parra ocasiona cambios conductuales. Lo digo con propiedad en mi calidad de psicólogo. Después de "mirar" a Parra, el humor y la simpleza forman parte de mi vida. No seamos tan graves!!!, vivamos el momento. La poesía de Parra no necesita de lectores obsesivos, ratones de biblioteca. Se lo puede leer en cualquier parte y en desorden, no se preocupen. Tampoco es requisito haber leído poesía para entenderlo.
Leer a Parra es reir ante un chiste malo, es no sentir temor a equivocarse, es vivir.
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